El otoño y el invierno son las épocas en que los resfriados son más comunes. Aunque es una condición que no suele representar una amenaza grave para la salud, lo cierto es que, en algunos casos, puede generar complicaciones graves, como la sordera repentina .
La sordera súbita o pérdida auditiva neurosensorial repentina es la pérdida rápida y repentina de la audición. Por lo general, ocurre en un oído y aparece de forma repentina o gradual durante varios días. Se trata de un tipo de sordera que se caracteriza por una pérdida auditiva de al menos 30 decibelios en menos de 72 horas y se presenta en pacientes que no suelen tener antecedentes de problemas auditivos.
Una sordera repentina hace que, por ejemplo, una conversación ordinaria se escuche como si fuera un susurro. Las personas que sufren de sordera repentina también pueden escuchar un zumbido o silbido constante en el oído, conocido como tinnitus, que puede ser muy desagradable.
¿Cómo afectan la audición las gripes o los resfriados?
En el caso de resfriados y gripes, la infección que los provoca puede desencadenar síntomas que afectan al oído.
En ocasiones los síntomas de una sordera súbita y una pérdida auditiva regular asociada a una gripe o un resfriado pueden confundirse: la primera aparece de forma repentina y afecta gravemente al oído, la segunda es sentir cierto taponamiento o notar los sonidos como amortiguados. Además, si la pérdida auditiva persiste después de dos días, debe consultar a un médico o técnico auditivo.
Otras causas que pueden provocar sordera súbita
Entre sus diversas causas se encuentran:
- Infecciones
- Traumatismos o lesiones en la cabeza.
- Enfermedades autoinmunes.
- Fármacos ototóxicos.
- Enfermedades neurológicas.
- Problemas vasculares o de circulación sanguínea.
Otros trastornos del oído interno.
Si detectamos que podemos estar ante un caso de sordera súbita, es fundamental iniciar el tratamiento lo antes posible, aunque se desconozcan las causas.
Según el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD), aproximadamente la mitad de los pacientes con esta afección recuperan parcial o totalmente la audición de forma espontánea en el plazo de una semana o días después de perderla.