El síndrome de tensión es un tipo de contractura muscular muy común en personas que pasan mucho tiempo frente a una computadora o una pantalla en posiciones rígidas e inmutables. Pero hay otras causas que pueden provocar este malestar, como la calidad del sueño o la forma de dormir. El tipo de postura, el colchón, la almohada o malos hábitos como los desórdenes del tiempo pueden provocar molestias musculares graves. Por último, también existen otras causas de tipo más emocional: la depresión, la ansiedad o el estrés, enfermedades clave para desencadenar las contracturas musculares.
Hemos venido a mencionar las principales causas del dolor cervical, por lo que ahora hablaremos de sus consecuencias . Uno de los más comunes es el dolor de oído. Más que dolor, molestias en forma de zumbidos o pitidos . El ya famoso tinnitus es una de las consecuencias más comunes de las enfermedades cervicales o musculares y puede llegar a ser muy molesto durante varias semanas. Muchos de ellos aparecen de forma repentina y otros van precedidos de taponamiento de oídos.
Tal y como señala el Dr. Juan Royo en Viviendo el Sonido , “es muy frecuente la asociación de este tipo de contracturas con los acúfenos”. “Y muchas veces es una relación estrecha, de modo que si empeora la contractura, empeora el tinnitus, y viceversa. A veces, además, se asocia al estrés, lo que empeora ambos”.
Pero además de este malestar auditivo, el síndrome tensional también produce dolor de cabeza y de cuello, mareos e incluso la sensación de sentir un hormigueo en las manos.
Si padeces estas molestias, debes acudir a un especialista en audición para descartar que los acúfenos se deban a alguna anomalía auditiva. Si se confirma que no se debe al problema auditivo, sabremos que lo más probable es que se deba a molestias musculares. En este caso, el mejor tratamiento será el uso de relajantes musculares (todos prescritos por el médico) y sesiones de fisioterapia.