En el mundo hay alrededor de 500 millones de personas que sufren problemas de audición. Sin embargo, cuando le pasa a uno, tiende a pensar que es de los pocos que le pasa. Y esto le hace percibir esta dificultad con dimensiones que no corresponden a la realidad. Incluso estas personas se olvidan de lo más importante y es que, si no intentan solucionar el problema, esto afectará a su calidad de vida y a su forma de relacionarse con los demás, algo que, por supuesto, significará mucho. obstáculos y aislamiento.
Existen varios estigmas relacionados con la discapacidad auditiva y el uso de audífonos, pero el más extendido es el que los relaciona con la vejez o incluso con la discapacidad . Estas personas no quieren ser vistas así y que se les atribuyan cualidades que no les pertenecen.
Por otro lado, existe un estigma de carácter más vanidoso , y es el que hace que las personas que usan audífonos u otros dispositivos piensen que pueden ser menos atractivos o atractivos por el hecho de llevarlos puestos.
Y por último, la estética . Muchos piensan que estos dispositivos son antiestéticos e incómodos. Estos dispositivos son cada vez más pequeños y con mejores diseños. Además, actualmente se están desarrollando y presentando soluciones auditivas muy avanzadas que, además de resolver las necesidades del paciente, traen consigo nuevos avances como la conexión con otros dispositivos de forma inalámbrica (smartphones, televisores, tabletas…).
Es necesario, por tanto, erradicar estos estigmas porque son los que impiden que muchas personas con problemas auditivos acepten su dificultad y acudan a un especialista. Estas personas no son realmente conscientes de que a medida que pasa el tiempo sin tratamiento, sus problemas pueden empeorar hasta volverse irreversibles.