Cuando se trata de relacionar la salud auditiva con el desempeño en nuestro lugar de trabajo, hay dos cuestiones que tendremos que abordar. Por un lado, el bajo rendimiento asociado a una enfermedad auditiva no tratada y, por otro, el daño que está sufriendo nuestra audición cuando la exponemos a un ruido continuo en determinados trabajos.
De ello habla un importante estudio de la revista Frontiers in Psychology , donde se asegura que el uso de audífonos en los primeros años de pérdida auditiva asociada a la edad, aunque esta sea muy leve, puede mejorar significativamente el rendimiento laboral.
Para el estudio se trabajó con adultos de entre 50 y 60 años que nunca antes habían utilizado estos dispositivos. Antes de iniciar el estudio, estas personas fueron sometidas a diferentes pruebas cognitivas relacionadas con la memoria, la atención, la retención selectiva y las habilidades de procesamiento y velocidad del habla. Después de varias semanas de usar audífonos, fueron sometidos nuevamente a estas pruebas y los resultados mejoraron en cada una de las pruebas.
Los audífonos ayudan a mejorar la función cerebral, la capacidad de hablar y la memoria, aumentando así el rendimiento en el trabajo. Nuevamente, los investigadores de este estudio concluyen que las personas que tienen problemas de audición y acuden a su lugar de trabajo sin ningún tipo de audífono, muy probablemente no están haciendo su trabajo de manera eficiente. Además, estará invirtiendo buena parte de su potencial cognitivo e intelectual en tratar de descifrar lo que le dicen, en lugar de aplicarlo a tareas laborales.
Esta disminución del rendimiento y el malestar general de no poder oír bien acabará acarreando graves consecuencias emocionales y sociales, además de reducir la calidad de vida.
Un mal acondicionamiento acústico puede reducir el rendimiento laboral
Nuestros hábitos y el espacio en el que desarrollamos nuestro trabajo pueden afectar claramente a nuestra calidad auditiva, afectando a su vez a nuestro rendimiento en el trabajo. Entre las causas más comunes se encuentran las siguientes:
- Las oficinas o espacios de trabajo están mal diseñados y construidos con materiales que no aíslan el sonido, lo que puede provocar un bajo rendimiento laboral por pérdida de concentración, estrés , mal humor e irritación por ruidos, vibraciones de alarmas, pantallas, teléfonos, instalación de aire acondicionado. ...
- Uso de cascos y música ambiental. En este caso, el empleo moderado puede no ser perjudicial; pero sí puede provocar desvíos de atención.
- Ruido exterior y ruido ambiental : el sonido de las calles, de los vehículos, las vibraciones acústicas de las máquinas o los sistemas de ventilación interrumpen actividades que requieren concentración, lectura y procesos mentales.
- Los sectores profesionales que más se ven afectados por estas condiciones son las áreas relacionadas con la creatividad, las finanzas, el derecho, el diseño o la contabilidad.