Cuando aparecen los problemas de audición, las relaciones con los demás y el entorno comienzan a cambiar y se vuelven más complejas. Hay varias formas de clasificar los problemas de audición, una de las cuales se basa en si aparecen antes o después de que se adquiera el lenguaje. En este caso hablaríamos respectivamente de sordera prehabla y sordera posthabla.
Sordera preverbal: causas y tratamiento
La sordera preverbal es la que se produce antes de que el niño empiece a hablar. Puede desarrollarse entre los 0 y los 3 años y puede estar relacionado con problemas auditivos severos o profundos. En este caso, este tipo de hipoacusia puede afectar negativamente al desarrollo de las habilidades comunicativas, por lo que es fundamental contactar con un profesional lo antes posible.
Las causas de este tipo de sordera pueden ser genéticas o congénitas. Diferentes enfermedades de la madre durante el embarazo pueden dar lugar a complicaciones de este tipo, como la rubéola materna. Además, en el momento del nacimiento y hasta los 28 días de vida pueden presentarse complicaciones como otitis, meningitis o prematuridad.
El tratamiento más utilizado en estos casos suele ser el implante coclear, que si se coloca a una edad temprana (entre 1 y 3 años), nos puede dar muy buen pronóstico. Si los implantes se colocan entre los 4 y los 7 años, la evolución de los niños dependerá del programa educativo que hayan recibido previamente con el objetivo de mejorar sus habilidades comunicativas (si recibieron estimulación temprana, si fueron conscientes de la emisión de sonidos o si ya tenía conocimientos de estructuras lingüísticas). En el caso de que los implantes se coloquen a partir de los 7 años y aún no se haya adquirido el lenguaje, serán necesarios apoyos visuales para que la inteligibilidad y claridad de la voz vaya mejorando paulatinamente.
Sordera posterior al habla: causas y tratamiento
Por el contrario, la sordera poshabla aparece una vez que se ha adquirido el lenguaje. Puede ocurrir en cualquier momento de la vida y esto no debe afectar las habilidades expresivas y del lenguaje. Cuando hablamos de niños y niñas lo que puede pasar es que haya alteraciones en la voz o en el volumen del habla, por lo que es muy importante que pase el menor tiempo posible entre el diagnóstico y la búsqueda de una solución. Así, la niña o niño podrá continuar con su evolución normal de habilidades comunicativas. En cuanto a la aparición de la sordera posterior al habla, puede presentarse de forma gradual o repentina.
Son muchas las causas que nos pueden llevar a sufrir este tipo de sordera. En la mayoría de los casos relacionados con factores externos como una infección, una enfermedad, un traumatismo o la presbiacusia. En este caso, el tratamiento indicado será acudir a un especialista que analizará cada caso concreto para dar la solución más adecuada.
El apoyo de la familia y del logopeda será fundamental
Pero en cualquier caso, la ayuda técnica que se le brinde al niño oa la niña no será suficiente. Será necesario que en el proceso intervenga la figura del logopeda y también la de las familias. Tendrán que estar muy atentos y comprobar que la calidad de audición del niño o niña es la máxima que su prótesis puede permitir. Como adultos, se debe crear un ambiente óptimo en el hogar para que el niño pueda dejar fluir su evolución.