No tratar una pérdida auditiva se traduce en un mayor esfuerzo por parte de nuestro cerebro para intentar descifrar la información que nos llega por esa vía. Por eso es tan importante tratar cualquier anomalía auditiva, ya que de lo contrario acabará interfiriendo en el comportamiento normal de otras funciones corporales cuando nuestro cerebro se vea obligado a dar más energía a esta tarea, en detrimento de otras funciones que también lo son. elemental para el buen funcionamiento de nuestro organismo
No utilizar audífonos cuando se necesitan puede afectar a tu día a día
Y esto cobra especial importancia cuando gran parte de los problemas derivados de esta pérdida auditiva no tratada están relacionados con nuestro día a día, dificultando que podamos llevar a cabo nuestras tareas diarias habituales. Vamos a enumerar con más detalle cuáles pueden ser estas consecuencias:
- Una carga mental mayor : Tener que esforzarse constantemente por saber lo que dicen los demás o tener que asumir cosas que suceden a tu alrededor es una carga mental enorme para el cerebro. Y si se vuelve complejo procesar la información, más aún recordarla. Además, y como decíamos al principio, cuando el cerebro utiliza más capacidad mental para escuchar de lo habitual, le queda menos energía para interpretar el resto de estímulos.
- Mayor esfuerzo en la escucha : si sufrimos problemas de audición e intentamos participar en un ambiente bastante ruidoso (ya sea por los integrantes o por el estado sonoro del espacio) el cerebro tiene que esforzarse más en reconocer los sonidos, para completar la información que falta y al proceso de recordar y adivinar para llenar los vacíos auditivos que encuentre.
- Aislamiento social y depresiones : cuando no puedes participar en una conversación grupal una y otra vez, terminas queriendo evitarlas porque no te sientes cómodo o capaz. Esto conduce a una reducción de la vida social, aislamiento, soledad y, en consecuencia, depresión.
- Problemas de equilibrio y riesgos de caída : una de las consecuencias más comunes y conocidas de la pérdida de audición son los fallos de equilibrio. No tratar la pérdida auditiva nos hará más inestables y más propensos a las caídas.
- Demencia y Alzheimer : estas son dos de las enfermedades que más se pueden agravar si sufrimos problemas de audición, sobre todo en la vejez. Cuando se padece una pérdida auditiva severa o profunda, el riesgo de padecer estas enfermedades se multiplica por 5; si la hipoacusia es moderada se multiplicará por 3 y si es leve por 2.
No permita que la pérdida auditiva no tratada afecte su calidad de vida
Lo que buscamos con este post es eliminar todos aquellos prejuicios que aún existen sobre el uso de audífonos, en alusión a su falta de estética oa su codificación como dispositivos para personas mayores. Lo realmente importante es poder seguir las actividades del día a día con normalidad, sin privarse de participar en todo tipo de conversaciones y contextos y evitando, por otro lado, que cualquier anomalía no tratada pueda derivar en problemas realmente graves. por nuestra salud.