Vivimos en una era dominada, entre otras cosas, por el estrés. Exigimos cada vez más y nuestro cuerpo no lo ignora. Los ritmos frenéticos de la vida, la dificultad para lograr la estabilidad laboral o muchas otras razones pueden sobrecargar nuestra mente de forma peligrosa.
Cuando una persona pasa por un período de estrés o ansiedad, suele sufrir problemas como la incapacidad para dormir , una reducción en el rendimiento laboral y puede afectar su carácter y también sus relaciones personales con amigos y familiares. Por otro lado, esta enfermedad también tiene consecuencias a nivel fisiológico como ataques de ansiedad, dolores de cabeza, migrañas, hipertensión arterial, diabetes, problemas gastrointestinales y también pérdida de audición.
¿Cómo se relaciona el estrés con la pérdida auditiva?
Cuando sufrimos de estrés, nuestro sistema circulatorio se ve afectado. La producción excesiva de adrenalina como respuesta al estrés o la ansiedad reduce el flujo sanguíneo a los oídos, afectando negativamente a nuestra audición. Sin un flujo sanguíneo constante, las células del oído pueden dañarse o destruirse, y esto puede provocar una pérdida auditiva inmediata si el flujo sanguíneo se detiene por completo.
Pero además, existe otro motivo por el que nuestros oídos pueden verse afectados si estamos sometidos a largos periodos de estrés. Esta patología activa los músculos de la masticación y produce la sensación de tener los oídos tapados. Esto suele deberse al hecho de apretar los dientes mientras dormimos cuando estamos bajo una fuerte tensión, lo que a su vez generará tensión en los oídos afectando el correcto funcionamiento de sus estructuras internas.
El tinnitus es una de las quejas más comunes
El tinnitus o tinnitus es uno de los trastornos auditivos más comunes asociados al estrés. Quienes los padecen experimentan escuchar ruidos similares a zumbidos pero sin ninguna fuente sonora que los produzca. Es realmente molesto y puede ser un primer aviso de futuros problemas relacionados con la pérdida de audición. Muchos pueden acabar padeciendo el Síndrome de Ménière y derivar en problemas relacionados con el vértigo .
En un estudio realizado por S. Herbert, se encontró que aproximadamente el 53% de las personas con tinnitus afirmaron que comenzaron a experimentarlo en momentos estresantes de sus vidas o que empeoró notablemente cuando pasaban por momentos con altos picos de ansiedad.
Esto puede llegar a ser muy complejo de erradicar porque precisamente el hecho de padecer tinnitus hace que aumente nuestra sensación de ansiedad, convirtiéndose así en un círculo vicioso.