Con la llegada de la primavera y el cambio de temperaturas, todos queremos pasar más tiempo fuera de casa y hacer actividades al aire libre. Sin embargo, muchas otras personas también relacionan esta etapa del año con otro asunto menos afable: las alergias . Las alergias son reacciones del organismo a agentes externos que considera nocivos. La más común es la alergia al polen de arbustos y árboles. Cada vez es más común observar las calles teñidas de amarillo y masas de aire cargadas de estas partículas.
Pero, ¿cómo afecta esto a nuestra audición?
Los síntomas más comunes cuando se padecen alergias afectan al sistema respiratorio: picor nasal, goteo nasal, congestión nasal… u otros como picor de ojos, lagrimeo o secreción de mocos. Todos estos síntomas pueden conducir a complicaciones respiratorias y ataques de asma. Esto suele afectar más a niños y ancianos dado su mayor grado de vulnerabilidad, pero es algo que afecta a más personas y de diferentes rangos de edad.
Como ya sabemos, los oídos están conectados directamente con nuestra boca y nariz, por lo que si esta mucosidad que acabamos de mencionar aumenta a niveles considerables, puede causar obstrucciones y dañar el oído. Las trompas de Eustaquio , que son las que conectan el oído medio con la parte posterior de la garganta, se pueden ver inflamadas y esto provoca que la ventilación del oído medio se vea afectada, provocando la famosa otitis . Así, el oído medio, por su parte, reaccionará segregando una mucosidad que tapona los oídos, afectando directamente a la capacidad auditiva.
Si esta mucosidad no se trata y continúa aumentando, la molestia puede empeorar y causar más dolor y secreción en el área del oído medio.
¿Qué hacer para cuidar la audición durante estos episodios de alergias primaverales?
Lo más importante para protegerse de estos episodios es dar pequeños pasos lógicos en su día a día.
- Habrá que saber a qué tipo de polen es más sensible nuestro organismo y cuándo es la época de máxima floración para intentar protegernos más durante esos días.
- Si hace mucho viento, es mejor evitar las actividades al aire libre porque nos estaremos exponiendo mucho más.
- Tenga cuidado con el aire acondicionado y revise continuamente los filtros de aire.
- Si estamos en casa, mantener las ventanas cerradas durante los días más críticos o con más viento.
- También se recomienda el uso de gafas de sol porque actuarán como barrera contra aquellas masas de aire cargadas de polen.
Si tras la temporada de mayor concentración de polen sigues teniendo molestias en los oídos, debes consultar a un especialista para encontrar el problema y encontrar una solución. Si no tratas esta pérdida auditiva , el daño puede empeorar e incluso volverse más complicado de eliminar.