Ya hemos hablado en otras ocasiones de profesiones en las que la exposición a ruidos fuertes es una constante: músicos , trabajos en aeropuertos, en fábricas… Así que si trabajas en alguno de estos sectores, es muy importante tomar las medidas de protección necesarias. para no sufrir problemas auditivos en el futuro.
Pero hay otra profesión de la que apenas se habla cuando se tratan estos temas: el máster , tanto si nos referimos a la docencia infantil como a la de primaria. Ambos implican vivir con sonidos particularmente intensos y dañinos de forma rutinaria y durante varias horas seguidas. Hay estudios que afirman que 7 de cada 10 docentes de preescolar sufren problemas de audición.
¿Cuales son las causas?
Los profesores de escuela suelen trabajar con grupos numerosos de alumnos, que pueden llegar hasta los 25. La principal causa, pues, de los problemas de sordera que se padecen en esta profesión está relacionada con el alto nivel de ruido que pueden generar en un aula los niños y niñas. en edades muy tempranas. Hay muchos gritos, llantos, risas... que pueden afectar a quienes están expuestos a ellos continuamente. Además, es muy difícil usar protección si eres profesor porque gran parte de las funciones radican en prestar atención a todo lo que los niños pueden hacer o decir.
¿Y las consecuencias?
Entre los síntomas más comunes dentro de la profesión encontramos la pérdida de audición, la fatiga auditiva y el tinnitus, enfermedades que pueden interferir significativamente en el día a día. La mayoría de los maestros tienen dificultad para escuchar a sus colegas en las reuniones o incluso a los niños en las aulas. Además, afirman tener dificultad para escuchar la radio. El 40% de los encuestados en un estudio admiten haber experimentado dolor físico en los oídos y molestias por los ruidos cotidianos.
¿Hay soluciones?
Entre las soluciones más discutidas están la disminución del número de niños por aula y el aumento de las actividades al aire libre. Las aulas son espacios cerrados y el sonido no se expande, lo que hace que el ambiente sea aún más ruidoso. Por tanto, si no se pueden llevar a cabo estas medidas, será necesario evaluar el uso de protección auditiva, tratando de encontrar la más adecuada para garantizar una atención y cuidado adecuados.