Ya hemos hablado del vértigo en otras entradas del blog. Es una molestia muy común que llega a sufrir una de cada tres personas al menos una vez en su vida. Existen varios tipos de vértigo pero el más común es el conocido como Vértigo Postural Paroxístico Benigno . Si padeces esta enfermedad tendrás la sensación de que todo a tu alrededor sigue dando vueltas. A veces puede ocurrir cuando la cabeza se coloca en una determinada posición.
El vértigo postural paroxístico tiene una presencia mucho mayor entre las personas mayores de 50 años. Entre los síntomas más frecuentes encontramos, además de la sensación de que todo da vueltas, la sensación de pérdida del equilibrio y lo que esto puede provocar: náuseas y vómitos.
El vértigo no tiene factores de riesgo importantes, pero la posibilidad de padecerlo puede verse incrementada si se dan algunas de las siguientes situaciones:
- Si hay miembros en la familia que ya la han padecido.
- Si ha tenido una infección del oído interno como laberintitis.
- Si ha sufrido un traumatismo craneoencefálico previo (llegaría con un pequeño golpe en la cabeza).
En cuanto al tratamiento , en la mayoría de los casos los episodios de vértigo suelen desaparecer espontáneamente a los pocos días o incluso a las pocas semanas de su aparición. Aun así, para combatirlo mejor y pasar esos días de una forma menos molesta, se recomiendan los siguientes ejercicios, todos ellos relacionados con el movimiento de la cabeza y la adopción de determinadas posturas:
- Maniobra de Epley: es muy importante saber que este tipo de ejercicios los tiene que realizar un médico o un especialista. Este, mientras el paciente está sentado, girará la cabeza 45 grados hacia el lado del oído afectado, luego la tumbará y la colocará en posición horizontal. Posteriormente, se girará el cuello hacia la oreja no afectada y se colocará al paciente de costado, alineado con la cabeza. Una vez realizada esta maniobra, el paciente debe permanecer erecto o semierecto durante 1 o 2 días y tratar de evitar la extensión del cuello. Durante la realización de estos ejercicios pueden producirse episodios ocasionales de vértigo que no duran más de un minuto. La maniobra de Epley suele combinarse con la de Sermont , en la que el especialista mueve al sujeto de un lado a otro partiendo de una posición sentada en una camilla.
- Ejercicios de Brandt Daroff: estos ejercicios se pueden hacer en casa. El sujeto se sentará en una camilla o sofá y mirará a un punto fijo. Luego se dejará caer durante medio minuto hacia un lado, se volverá a unir durante otro medio minuto y se terminará con otros 30" hacia el otro lado. Esta serie se repetirá 4 o 5 veces al día durante dos semanas.
- Maniobra de Foster: Esta tabla de ejercicios también se puede realizar en casa sin necesidad de un especialista. El sujeto comenzará a arrodillarse. Luego inclinará la cabeza hacia atrás, mirando al techo. En el siguiente paso te inclinarás hacia delante, acercando la cabeza al suelo. Luego, la persona afectada deberá girar la cabeza y mirar el codo del lado de donde proviene el mareo, permaneciendo en esa posición durante medio minuto. Luego levantará la cabeza y dejará el cuerpo en un ángulo de 45 grados.
- Ejercicios al caminar: Mientras caminas puedes realizar muchos ejercicios con los pies que te ayudarán a combatir mejor los episodios de vértigo. Los hay muy sencillos como los siguientes: dar 4 pasos y parar en seco, esperar 10 segundos y volver a caminar. Existe una versión de este mismo ejercicio en la que, tras una pausa, el afectado vuelve a caminar pero en sentido contrario.