Cuando hablamos de discapacidad auditiva nos referimos a cualquier problema de oído que afecte a la audición de las personas, por lo que podemos encontrar diferentes tipos según la causa de la pérdida, la edad y el grado. Así, habrá personas que puedan seguir una conversación con facilidad y otras con dificultad, dependiendo de la cantidad de sonidos que perciban, porque es posible que no perciban ninguno. Por lo tanto, entre la población estudiantil, puede haber estudiantes con sordera que se comunican de manera bimodal o que usan solo lenguaje de señas o lenguaje oral.
Estrategias efectivas
Los problemas de audición son invisibles, a menos que la persona con la que te estás comunicando te lo indique previamente. Por lo tanto, para que tu estudiante apruebe el año académico, debes tener en cuenta lo siguiente:
- Hablar siempre cara a cara, mirándote a los ojos.
- Hablar a un ritmo normal.
- Facilitar la lectura de labios.
- Realizar explicaciones breves y concisas.
- Ser expresivo con tu rostro y tu voz.
- Usar gestos o usar la escritura para hacerte entender.
- Sentar a los niños con discapacidad auditiva en la primera fila.
- Proporcionarles el material que utilizas por escrito y con antelación.
- Usar videos subtitulados.
- Evitar desplazarse y mantenerse lo más cerca posible de él.
Si descubres que tu estudiante aún no puede seguir la clase, es posible que necesite un intérprete de lenguaje de señas. Si el niño ya se comunica en lengua de signos, hay que utilizar todos los medios escritos posibles para hacerle entender lo que se enseña en el aula.
Los niños que sufren un problema de audición suelen tener errores morfosintácticos en la escritura o necesitan alguna aclaración por parte del profesor. La acústica del aula y la presencia de logopedas en las escuelas son factores que influirán en el mejor desarrollo y rendimiento del niño.
En nuestro post anterior te explicamos en qué consiste nuestro servicio de audiología pediátrica. Compruébalo y si tienes alguna duda, ¡escríbenos!